jueves, 22 de octubre de 2009

CONCURSO NACIONAL DE ANTEPROYECTOS PABELLON ARGENTINO BICENTENARIO - TERCER PREMIO

“Soy el único espectador de esta calle,
si dejara de verla, se moriría…”

Caminata, Fervor de Buenos Aires
Jorge Luís Borges.
LA CALLE COMO LUGAR DE ENCUENTRO, DE INTEGRACIÓN Y DE DISCUSIÓN.

La calle es, dentro de la ciudad, aquel ámbito donde cada individuo se reconoce como ciudadano, donde a partir del encuentro con la comunidad logra definirse, desplegar su identidad y re identificarse. La calle es, aquel único espacio no jerarquizado, donde todos tenemos los mismos derechos, las mismas obligaciones.
El proyecto para la conmemoración del Bicentenario Argentino recrea, a partir de la reelaboración de ciertos elementos constantes en el imaginario colectivo urbano, la situación calle, con sus sensaciones y cotidianeidades. Se comporta como un espacio delineado, pero por límites completamente permeables e integradores, que invitan a la participación, un exterior que es interior y un interior que es exterior.

El Pabellón Argentino es un pasaje en el tiempo, donde podemos reconocer nuestra historia. La calle, telón de fondo de luchas, enfrentamientos, reclamos, logros y festejos, es hoy recreada y representada por otra calle. El Pabellón del Bicentenario, será soporte de las imágenes que esta situación urbana, históricamente, se encargó de producir, y generará a su vez, nuevas imágenes para recordar. Será escenario de sus propios escenarios. Es una calle, que es todas las calles.

ELEMENTOS QUE COMPONEN EL PABELLÓN.

El espacio queda delimitado por la sucesión de la unidad compositiva columna – viga.
Estos elementos individuales (individuos) se agrupan, aunque sin llegar a tocarse, y en esta continuidad, plantean diversas situaciones y distintos tipos de relaciones con el resto de los elementos componentes del pabellón. Generan los límites permeables de la calle descubierta y abrazan también a la calle cubierta, se entremezclan y se superponen con el cerramiento de listones de madera, cuya trama es una alusión a un tejido Mapuche. Cultura aborigen y cultura europea se fusionan entonces, para darnos origen. La recova conformada por la repetición de esta unidad, se relaciona también con el monumento a Nicolás Avellaneda, que completa la imagen en nuestro inconsciente del Cabildo de Buenos Aires, el cabildo abierto que nos dio inicio como Nación. Es la nueva lectura del cabildo que recupera sus once arcadas.
La pérgola expresa la dificultad de definirnos: con una información genética de muy diversos orígenes, la secuencia de ADN se torna compleja, atractiva y única.


MATERIALIDAD Y MONTAJE DEL PABELLÓN.

Las piezas que conforman la unidad compositiva (columna y viga) son de hormigón premoldeado blanco, en molde de chapa. Una vez montadas en el lugar, quedará definido el lenguaje general del pabellón, que pertenece a la familia de estructuras del Rosedal (puentes, pérgolas, glorietas).
Se vinculan a través de planchuelas de hierro a una viga de encadenado, realizada in situ, donde se apoyan también los paramentos de cierre de la calle techada. Los mismos son de construcción y montaje en seco, al igual que los elementos constitutivos del cerramiento horizontal.
Los solados elegidos, acentúan la experiencia urbana de la calle: utilización de adoquines como solado interior de la calle techada y utilización del solado propio del parque, para no perder la relación con el emplazamiento.



FUNCIONAMIENTO DEL PABELLÓN

El pabellón funcionará según los tres escenarios solicitados, teniendo además, la flexibilidad de ampliar las superficies de los mismos en el espacio de la recova. De esta manera, puede duplicarse la capacidad de albergar visitantes.
La zona de servicios y bar se ubica de manera tal, de poder ser utilizada desde la calle cubierta como desde el parque y la recova, dando apoyo a las expansiones exteriores, aún cuando el auditorio se encuentre en funcionamiento.

BUSCANDO NUESTRA PROPIA IDENTIDAD.

El Cabildo de Buenos Aires fue testigo de los más importantes acontecimientos de nuestra historia como Nación. Pero también sufrió grandes transformaciones y hasta mutilaciones durante toda su vida, fiel reflejo de nuestra propia historia como argentinos.
La reconstrucción en el inconsciente de su imagen, y el deambular a través de la historia argentina, significa sumergirnos en un viaje temporal, donde las distintas épocas conviven, se extienden y se superponen.
Los estratos de tiempo pasado y presente, se funden en un mismo plano, en un mismo escenario de intercambio social y cultural, como lugar de discusión y debate, donde entender nuestras raíces, crea el Futuro.
Arq. Atilio Pentimalli, Ana Laura Arlia, Mariana Pons, Matías Lien Benitez.
Asesor: Francisco Arlia.