viernes, 11 de marzo de 2011

CONSULTORIO ODONTOLOGICO. Abra la boca por favor...


"...que tu único entretenimiento consista en instalarte
en la sala de espera de los dentistas,
disfrazado de cocodrilo..."
Oliverio Girondo

Desde chico transité por todo tipo de torturas oficiando de modelo vivo para que mi hermana rinda algunas prácticas de su carrera. Finalmente hoy gozo de tener la odontología paga de por vida (una especie de indemnización), y del placer de poder pensar su propio consultorio.





Para explicarle de donde nos vino todo esto, le mostré a mi hermana esta radiografía. Lo primero que dijo fue: "¡esa pieza va directo a conducto!". De mi entrenamiento como hermano de una odontóloga ya lo había advertido, los arreglos eran tan grandes que algunos casi llegaban a la pulpa, pero no había encontrado una radiografía más ejemplar... Sin embargo, mi hermana sólo había observado los datos técnicos de la radiografía sin poder regresar a una visión general del asunto, de comenzar a entender como por primera vez la lógica de las piezas en una boca, sus relaciones, los encastres y ritmos... todo lo que los pacientes ven por primera vez de una radiografía.

De esta manera se busca incluir también al paciente, desde una visión general y lúdica en la sala de espera hacia una enfoque netamente profesional y específico, dentro de la problemática que lo aqueja.

Semanas más tarde leo una entrevista a Grossman y Brandariz en la revista D.signa:

"LG: ...A eso le agregaría algo que decía Le Corbusier y en general en la facultad no se dice ni se practica que es "leer las imágenes", es decir, aprender a leer en forma dialéctica y discursiva una imagen, y poder hacer algo más que ver. Es el arte de observar.


GB: Es la técnica del médico que mira una radiografía, tiene que leerla, no la contempla como una simple imagen. Tenemos una cantidad de gente que es espectadora, pero no tenemos mucha gente entrenada en ser actora. Y en gran medida el éxito de muchas revistas es que no obligan a la gente a pensar..."


Me impactó mucho este artículo, algo quedaba fuera: creo que muchos actores van también a ver espectáculos transformándose en espectadores para luego volver a ser actores y volver luego a espectadores... Creo que el error es quedarse en una de las instancias y no recircular la experiencia de ver y de observar, de acercarse y de luego separarse para volverlo a ver como si fuera por primera vez, sin preconceptos, y luego volverse a meter hasta la médula en el tema, para luego volver a salir... de reflexionar sin temor, de barrer con todas las distancias posibles... ser todas las cosas.


Muchas veces descubrimos que gente que desconoce a priori un tema específico, tiene una opinión criteriosa y de algún modo acertada desde su punto de vista más general. También conocemos a muchos expertos que se enfrascan insalvablemente en repetir de memoria una técnica o un método (muchas veces obsoleto), que les siguen dando (lamentablemente) algún tipo de resultado y no les traen mayores inconvenientes a sus cotidianas vidas.

.

"La costumbre nos teje, diariamente, una telaraña en las pupilas"

Oliverio Girondo.


Tenemos que poder ser capaces de apuntar a ser expertos sin dejar de ser aficionados de lo que hacemos, de poder rondar las cosas del otro lado constantemente.



"El dolor de muelas, las estadísticas municipales, la utilización del aserrín, de la viruta y otros desperdicios, pueden proporcionarnos una satisfacción insospechada. Abre los brazos y no te niegues al clarinete, ni a las faltas de ortografía.
Confecciónate una nueva virginidad cada cinco minutos..."
Oliverio Girondo.
Sonría por favor...