jueves, 26 de abril de 2012

CONCURSO DE IDEAS TECNOPOLIS



La ciencia es la expresión de una necesidad inherente al ser humano y, en todo caso, está ligada a la función superior de su naturaleza inteligente: la capacidad de crear. René Favaloro.


¿Cuándo fue la última vez que los argentinos creímos seriamente en nosotros mismos, que nuestros proyectos podían ser parte de proyectos colectivos concretos?

Tecnópolis es una oportunidad extraordinaria para recuperar la confianza en nuestras posibilidades, en la industria argentina, en lo que somos capaces de hacer nosotros los argentinos.



Un gran laboratorio a puertas abiertas, donde participar del desarrollo de las tecnologías, de las maquinarias para fabricar nuestros propios medicamentos, vacunas, alimentos, automóviles… creando así, miles de nuevos puestos de trabajo: Made in Argentina llegando a los países del mundo.



Un espacio de reflexión sobre nuestra capacidad de agregar valor a los productos de nuestro suelo a través de la tecnología y la industria, interactuando y abriendo el paradigma del modelo agro-exportador históricamente vigente, tendiente a revertir las décadas en las cuales nuestros científicos emigraban a los países más industrializados para poner en práctica sus conocimientos.


Mientras que muchos de los países centrales entienden a la tecnología como un instrumento para invadir territorios, enfrentar sociedades; en nuestro país otra es la oferta: formar parte de un proyecto colectivo en la tierra de origen, un proyecto orientado a la obtención de productos industrializados más accesibles y de calidad. Oferta que abrirá las puertas a aquellos que se fueron y que permitirá a los nuevos científicos permanecer en la Argentina.







Crear urbanidad con la propia tecnología: “Sacar la ciencia a la calle” Adrián Paenza.


El ícono emblema urbano de Tecnópolis será un paisaje, donde la tecnología crecerá naturalmente. Un suelo fértil para la innovación tecnológica, científica y artística en la Argentina.


Reunirá la tradición agrícola y ganadera con la proyección de cultivar nuestra propia tecnología para que crezca sana y fuerte en nuestro suelo.


Veinte células interconectadas en el terreno verde del biopaisaje manifiestan las veinte décadas de nuestra historia argentina, el Bicentenario de la patria. Con nuestros altibajos, turbulencias, logros y decepciones, búsqueda y encuentro de nuestro propio camino como Nación.


Dentro del paisaje, dos de esas células se hunden en la tierra porque representan: La conquista del desierto en 1879, con la gran matanza de miles de aborígenes, dueños históricos de la tierra y el golpe militar de 1976, con un saldo de 30.000 desaparecidos y 649 combatientes por Malvinas. Dos grandes vacíos en nuestra historia, dos momentos para no olvidar y nunca repetir.
En estos vacíos se proponen un auditorio natural al aire libre, y un espejo de agua que se integra al ecosistema construido, reflejando ambos, la intención de una memoria activa.


La célula número 21, irrumpe en la esquina de acceso al Parque Tecnópolis y nos proyecta al nuevo siglo, de la cual crecerá el árbol de la Ciencia simbolizado por nuestro árbol nacional: el Ceibo. Un futuro de ciencia, naturaleza y vida.

Sobre las ondulaciones emergen los aerogeneradores, visibles a la distancia como flores que brotan de la tierra, cuando la energía eólica es sin lugar a dudas, la fuente de energía menos contaminante. Nos recuerdan cómo el movimiento de las aspas hace funcionar la maquinaria de los molinos, la industria.


La tecnología no debe ser un factor de división social, entre los que gozan de ella y los que no. El Estado debe ser el garante del acceso a la misma desde todos los sectores sociales, con las mismas posibilidades de desarrollo.


Así imaginamos este espacio democrático, de libre acceso, sin jerarquías, en constante cambio, vivo, múltiple y dinámico, con acceso por todo el perímetro, por múltiples senderos. Una vez dentro, cada visitante vivirá a su manera el lugar, creará su propio camino, hará sus recortes de paisaje, elegirá su lugar de estar bajo una sombra…


Donde el juego será el móvil de aprendizaje, acerca de la importancia de la ciencia y la tecnología en el progreso de las sociedades: chicos corriendo, saltando, jugando al aire libre en este espacio democrático de comunicación y encuentro público.









Biotecnología, en la cual somos pioneros en Latinoamérica.

Este mundo creado por la imaginación del hombre será un biopaisaje tecnológico, un experimento: en donde la tecnología y la ciencia operen en la misma dirección que la vida, las necesidades de los hombres y el medio ambiente, con fines pacíficos.



Este nuevo paisaje, a la vez familiar, se genera a partir de un terreno ondulado que emerge, renace, brota, conformado por rellenos reciclados protegidos por una malla de tierra fértil y césped.


El diseño del perfil en corte de estas ondulaciones remite a los ciclos de diagramas de ADN mientras que en planta se organiza en forma de células interrelacionadas, con mutaciones y variaciones de alturas y profundidades.





“Yo soy investigador, pero soy un ciudadano y un hombre político, tengo ideas y opino sobre la realidad que me rodea. Y la verdad es que la biología ha tenido mucho que ver con la realidad económica y social, del mundo y de nuestro país. Gracias al conocimiento de la estructura y manejo del ADN, no solamente se ha revolucionado la industria agropecuaria, el campo, las plantas transgénicas, la fabricación de medicamentos y vacunas. En nuestro país en particular, el tema de la soja también es una consecuencia del conocimiento de la ingeniería genética. En ese terreno hay una influencia grandísima de la ciencia en la sociedad y en la economía. Y ni qué hablar en lo que se refiere a relaciones sociales y los problemas de los Derechos Humanos, cuando el uso de la tecnología del ADN permite identificar relaciones biológicas, o sea, saber quién es hijo de qué madre y qué padre, y quién es nieto de qué abuela, cuando faltan los padres. La biología hoy puede distinguir entre un hijo adoptado y un hijo apropiado, de una manera muy certera. No es un tema de conocer la verdad individual, sino que la sociedad, como colectivo, tiene que conocer para poder avanzar.” Alberto Kornblihtt (Docente, investigador del CONICET y profesor en la UBA)



De noche, los aerogeneradores cobrarán color, vida, verdaderas pantallas donde se proyectarán imágenes representativas de las ciencias, personalidades, inventos revolucionarios, banderas de los países latinoamericanos... Se proyectarán valores.

Presentes en este paisaje, la tierra que emerge, el agua y el aire; el cuarto elemento, el fuego, representa en sí mismo el cambio: un territorio al sur de la ciudad, que cargado de un pasado de carapintadas, se resignifica a partir de este espacio democrático, múltiple y vivo.

El ícono emblema de la tecnópolis demostrará una vez más que sí somos capaces.


“Estoy convencido de que a esta sociedad consumista, cegada por el mercado, la sucederá otra que se caracterizará por el hecho trascendente de que no dejará de lado la justicia social y la solidaridad (…) Los progresos de la medicina y de la bioingeniería podrán considerarse verdaderos logros para la humanidad cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios y dejen de ser un privilegio para las minorías.” René Favaloro (Buenos Aires, Congreso de Bioingeniería 1999)



Atilio Pentimalli, Ana Laura Arlia, Matías Lien Benitez, Lucía Vidal, Ricardo Bodini

lunes, 23 de abril de 2012

ESTUDIOS PARA UN EDIFICIO DE MONOAMBIENTES EN PALERMO




“Todos estamos solos, tristes queriendo querer…”
Mercedes sosa cantora.

“un puzzle de madera- no es una suma de elementos que haya que aislar y analizar primero, sino un conjunto, es decir una forma, una estructura: el elemento no preexiste al conjunto, no es ni más inmediato ni más antiguo, no son los elementos los que determinan el conjunto, sino el conjunto el que determina los elementos: el conocimiento del todo y de sus leyes, del conjunto y su estructura, no se puede deducir del conocimiento separado de las partes que lo componen.”

La vida instrucciones de uso. Georges Perec. Cada individuo, decía Borges, encierra a priori todos los hechos que le ocurrirán. El hombre solitario es una bestia o un dios.Aristóteles



El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad. Arthur Schopenhauer “…En el “ser uno con otro” original, se intercalan las habladurías. Cada cual está inicial e inmediatamente al acecho del otro, de qué hará y qué dirá. El “ser uno con otro” en el mundo no es, en absoluto, una apretada, pero indiferente compañía, sino un tenso, pero ambiguo acecharse uno a otro, un secreto aguzar los oídos mutuamente. Tras la máscara de “uno para otro” actúa un “uno contra otro” Ser y Tiempo, Martín Heidegger El hombre es proyecto, es posibilidad, es poder ser. Ser y Tiempo, Martín Heidegger.


Se trata de tomar el espacio simple y elemental del monoambiente y proyectarlo a la calle, sacarlo a un espacio semicubierto mucho mas complejo y comprometido, un espacio para curarse de la monotonía del monoambiente. Los balcones proyectan el espacio interior hacia la ciudad, sacando al monoambiente de su estado de autista




Atilio Pentimalli, Mariana Pons, Matías Lien Benitez, Julia D´Alotto


domingo, 22 de abril de 2012

CONCURSO SUMA USOS - BIBLIOTECA ILUMINADA "SAGRADA FAMILIA" - CORTINA DE ENROLLAR


“En tanto que el hombre está sumido en la situación histórica, ocurre que no llega ni siquiera a concebir las deficiencias y faltas de una organización política o económica determinada; no, como neciamente se dice, porque “está habituado”, sino porque la capta en su plenitud de ser y no puede ni siquiera imaginar que pueda ser de otro modo… sólo desde el día en que puede concebirse otro estado de cosas una nueva luz ilumina nuestras penurias y sufrimientos y decidimos que son insoportables.”


El ser y la nada, la condición primera de la acción es la libertad, Jean Paul Sartre



La función principal de la cortina de enrollar es la de permitir o interrumpir el paso de la luz dentro de un ambiente. En la propuesta, se mantiene la relación persiana - luz pero de un modo más íntimo y lúdico: la biblioteca envuelve la luz, la trata de aprehender, le da cuerpo y forma. La mantiene viva en su interior. Esa luz es la puerta de acceso a la cultura. A su vez la cultura es el umbral de nuestra libertad.


La espiral: evolución y ascenso hacia la luz.


La geometría de la biblioteca sigue la espiral de las torres de la Sagrada Familia de Gaudí, memoria tal vez de numerosos días cumpliendo su función de persiana de enrollar. Esta geometría le confiere de por sí una estabilidad propia fijada a su vez por guías curvas de planchuelas metálicas interiores. Las estanterías se resuelven escalonadamente con las mismas tablas de persiana. Se puede trasladar enrollada y armar fácilmente in situ.


La arquitectura es la ordenación de la luz; la escultura es el juego de la luz.


Antonio Gaudí.



Muchas veces experimentamos la angustia que nos ocasiona el corte de la correa de una persiana de nuestra casa. La persiana decide cerrar las 24 horas del día el paso de la luz y del sol; también de las visuales. La angustia deviene de no poder decidir ahora cuándo iluminamos nuestro ambiente y cuando lo queremos oscurecer… de repente, sin que nos demos cuenta, perdemos la libertad de elegir. También muchas veces, por falta de tiempo o porque hay otros problemas más importantes, la reparación de la persiana queda en segundo plano. Allí experimentamos una especie de adormecimiento… nos empezamos a habituar a la persiana cerrada, a encender la luz a mitad del día… Esto sucede hasta que un día recordamos lo que era ver ese paisaje a través de la ventana, sentir la luz y el sol que solían entrar a determinada hora del día, y es cuando nos resulta insoportable ver esa persiana cerrada todo el tiempo. En ese momento es cuando no descansamos hasta darle solución real al problema. Actuamos. Ahora bien ¿qué pasaría si en el lugar en que se encuentra esta ventana hubiera una pared? Quiero decir ¿que la ventana nunca hubiese existido? ¿Que esa vista y ese sol que entran nunca hubiesen entrado y por consiguiente jamás hubiera podido experimentarlos desde allí? ¿Quién podría ver una ventana con una persiana reparada en esa pared históricamente ciega? ¿Quién podría imaginarla y crearla antes de haberla visto allí? En una pared que existió desde siempre ¿quién podría sentir la insoportable necesidad de tener allí una ventana para que entre la luz?“El obrero es capaz de rebelarse si se bajan los salarios, pues concibe fácilmente una situación en que su bajo nivel de vida sea menor que el que se le quiere imponer; pero no se representa sus sufrimientos como intolerables: se acomoda a ellos, no por resignación, sino porque le faltan la cultura y la reflexión necesarias para hacerle concebir un estado social en que esos sufrimientos no existan; entonces, no actúa. Sus desdichas no les parecen “habituales” sino, más bien, naturales; son, eso es todo; constituyen la condición del obrero; no las desprende, no las ve a clara luz y, por consiguiente, se las integra en su ser; sufre, sin considerar su sufrimiento ni conferirle valor: sufrir y ser son para él la misma cosa. El sufrimiento no podría ser por sí mismo un móvil para sus actos. Exactamente al contrario: cuando haya hecho el proyecto de cambiarlo (sufrir) le parecerá intolerable.


Jean Paul Sartre


Es lógico pensar en primera instancia que un banco, una mesa o una cama son más urgentes que una biblioteca. Sin embargo un banco, una mesa o una cama no nos sacan del adormecimiento cotidiano y del encubrimiento de la libertad que no nos permite reflexionar y actuar, para cambiar la realidad en que vivimos.


“Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”


Jorge Luís Borges.