EL LUGAR
El terreno es hoy, un vacío que se impone como quiebre entre dos zonas de relevancia urbana: Retiro y Puerto Madero. Su revitalización, es por lo tanto, fundamental en términos de continuidad urbana.
Una pieza de articulación para la costa de Buenos Aires.
La finalidad de la intervención es entonces, reparar la Dársena Norte como cabecera de Puerto Madero y rotula entre éste y el Proyecto Retiro (Baudizzone-Lestard-Varas-Becker-Ferrari); además de colaborar en la construcción de un paisaje urbano en vías de renovación.
Circuito local. Circuito museístico costero.
El proyecto se inserta dentro del circuito museístico costero de Buenos Aires, desde el Museo Quinquela Martín, pasando por el Museo de la Cárcova, el Museo Fortabat, el Museo de la Inmigración, el Museo Ferroviario, el Marq., el polo cultural formado por el Museo Bellas Artes / Centro Cultural Recoleta / Palais de Glace; llegando finalmente hasta el Malba.
Su incorporación como gran hito cultural, regenera y potencia un movimiento cultural buscado, completando el circuito cultural.
El edificio refleja el cruce y la confluencia en un mismo lugar de realidades completamente distintas (Villa 31-Puerto Madero y Retiro). Las distintas cintas que conforman el edificio, se unen, se separan, se yuxtaponen y fusionan. Suben, bajan, se mezclan, se separan.
EL MUSEO
Un nuevo hito nacional e internacional.
El edificio se comporta como una nueva imagen – hito, dentro del imaginario urbano, capaz de lograr modificar el papel de la ciudad y el sentido del cambio del paisaje urbano.
El museo forma parte de la imagen internacional museística y se convierte en postal de Buenos Aires hacia el mundo.
El edificio.
Debido a que el solar se encuentra dentro del cono de aproximación del Aeroparque decidimos generar un edificio apaisado, agarrado al terreno pero sin tocarlo, suspendido a nivel peatonal, para promover y enmarcar las visuales hacia el río.
El museo recupera la huella del terreno, la recuerda y retoma.
La serie de tiras horizontales que conforman el proyecto, generan patios que se comunican y forman una sucesión junto con el de los inmigrantes, y definen el recinto de la Dársena.
El proyecto se articula para generar dos accesos / egresos hacia Cuartino (plaza del Bicentenario) y hacia Malvinas Argentinas a través de una rampa que nos conduce a las terrazas verdes del edificio, con visuales hacia el río y exposiciones al aire libre. Desde este acceso podemos conectarnos a través de patios con el Museo de la Inmigración.
El edificio cuenta con 25.000 m2 aproximadamente, que se distribuyen entre salas permanentes, salas temporales (para la exposición exclusiva de artistas nacionales y latinoamericanos) auditorios, salas multimedia, talleres de arte, confiterías, restaurant, depósito, sector administrativo, tienda de souvenirs, librería, biblioteca, salas de lectura y estacionamiento (a nivel subsuelo).
Parte de la recaudación del Guggenheim, se utilizará para promover los museos nacionales públicos. Las entradas tendrán precios diferenciales para los ciudadanos argentinos, para que podamos acceder a la cultura internacional, pero a un valor ajustado en moneda nacional.
Debido a que el solar se encuentra dentro del cono de aproximación del Aeroparque decidimos generar un edificio apaisado, agarrado al terreno pero sin tocarlo, suspendido a nivel peatonal, para promover y enmarcar las visuales hacia el río.
El museo recupera la huella del terreno, la recuerda y retoma.
La serie de tiras horizontales que conforman el proyecto, generan patios que se comunican y forman una sucesión junto con el de los inmigrantes, y definen el recinto de la Dársena.
El proyecto se articula para generar dos accesos / egresos hacia Cuartino (plaza del Bicentenario) y hacia Malvinas Argentinas a través de una rampa que nos conduce a las terrazas verdes del edificio, con visuales hacia el río y exposiciones al aire libre. Desde este acceso podemos conectarnos a través de patios con el Museo de la Inmigración.
El edificio cuenta con 25.000 m2 aproximadamente, que se distribuyen entre salas permanentes, salas temporales (para la exposición exclusiva de artistas nacionales y latinoamericanos) auditorios, salas multimedia, talleres de arte, confiterías, restaurant, depósito, sector administrativo, tienda de souvenirs, librería, biblioteca, salas de lectura y estacionamiento (a nivel subsuelo).
Parte de la recaudación del Guggenheim, se utilizará para promover los museos nacionales públicos. Las entradas tendrán precios diferenciales para los ciudadanos argentinos, para que podamos acceder a la cultura internacional, pero a un valor ajustado en moneda nacional.
La plaza del Bicentenario.
La planta baja del edificio es pública.
El equipamiento permite la apropiación. El borde sobre el frente costero se desdibuja con la incorporación de pasarelas al ras del agua, comportándose como un borde informe y desarticulado, en contraposición con la monumentalidad del museo como pieza definida urbana.
Elegimos al maestro Williams, por su preocupación por la ciudad y el río, para que sean sus “Paragüitas” los encargados de rememorar aquella imagen del 25 de Mayo de 1810.
Serán la instalación permanente de la plaza, la sombra, el lugar de descanso, la historia, el recuerdo.
La planta baja del edificio es pública.
El equipamiento permite la apropiación. El borde sobre el frente costero se desdibuja con la incorporación de pasarelas al ras del agua, comportándose como un borde informe y desarticulado, en contraposición con la monumentalidad del museo como pieza definida urbana.
Elegimos al maestro Williams, por su preocupación por la ciudad y el río, para que sean sus “Paragüitas” los encargados de rememorar aquella imagen del 25 de Mayo de 1810.
Serán la instalación permanente de la plaza, la sombra, el lugar de descanso, la historia, el recuerdo.
CON EL RESULTADO PUESTO.
Se ha hablado mucho del concurso... Creo que un verdadero HITO no se puede proyectar; solo se intenta hacer un buen edificio y el resto...
Luego sera el tiempo, la gente, la apropiación que se haga del edificio, quienes lo conviertan en hito o en un callejón de mala muerte. Hay sobrados ejemplos de hitos diseñados, actualmente obsoletos, vacíos y en desuso; y también de excelentes edificios, pensados solo como extraordinarios edificios, que se han vuelto HITOS de una ciudad o de una nación.
Pensemos en nuestro obelisco, pobrecito, tan original, tan hueco, tan sin función, tan autoritario, tan nosotros mísmos... pensemos ahora en el Kavanagh.
Como me dijo un gran Arquitecto argentino refiriendose a los 3 ganadores y consolándonos un poco: ¡Y bue Atilio, tenía que ser pinchudo!.
Concurso Nacional e Internacional de Ideas "Argentina 2010, Bicentenario. Proyecto seleccionado entre 83 trabajos presentados. Arq. Atilio Pentimalli, Ana Laura Arlia, Dana Saez, Mariana Pons, Martin Leon Benito. +info http://www.atiliopentimalli.com/